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19-01-2021

TOS NO PRODUCTIVA: QUÉ TIPOS HAY Y CÓMO COMBATIRLA

En la época invernal tienen lugar la mayoría de los procesos catarrales, gripe, bronquiolitis y un sinfín de infecciones respiratorias. Un síntoma común y habitual en todos estos procesos es la tos, que suele resultar molesta para quien la padece y en la mayoría de las ocasiones se recurre a soluciones que puedan aliviarla. Si además de molesta es excesiva, se convierte en uno de los síntomas más frecuentes de consulta médica.

La tos no productiva (que es la que se produce sin expectoración) es una tos irritativa que, además de producir malestar, tiende a cronificarse por causa de la irritación de la tráquea y de la mucosa faríngea.

El mecanismo fisiológico de la tos

Fisiológicamente, la tos consiste en un reflejo que provoca una espiración brusca, favoreciendo el aclaramiento y la expulsión de patógenos, secreciones mucosas, factores irritantes y cuerpos extraños, con el fin de proteger la mucosa de las vías respiratorias. 

La tos implica al sistema nervioso central y al periférico, así como al músculo liso bronquial. Puede tener su origen, entre otros, en las vías respiratorias bajas y se manifiesta en procesos como bronquitis, asma, enfisema y otros cuadros de mayor o menor gravedad. Así, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la vía aérea permeable y en la defensa inmunitaria, preservando el intercambio gaseoso. 

El mecanismo de la tos puede iniciarse de forma voluntaria o refleja. Si tiene carácter voluntario, se origina directamente en la corteza cerebral.

Si tiene un origen reflejo, puede estar provocada por irritantes de la vía respiratoria (como el humo y el polvo), por secreciones de origen rinosinusal, por reflujo gastroesofágico, por procesos infecciosos o inflamatorios, etc.

Una duración breve de la tos asociada a fiebre sugiere una infección aguda viral o bacteriana. Se ha establecido como tos aguda aquella que no sobrepasa las 4 semanas de duración, subaguda la que dura hasta 8 semanas y crónica aquella que perdura más de 8 semanas.

Tratamiento de la tos no productiva: el abordaje en función del tiempo

La tos no productiva (que es la que se produce sin expectoración) es una tos irritativa que, además de producir malestar, tiende a cronificarse por causa de la irritación de la tráquea y de la mucosa faríngea. Desde el punto de vista terapéutico, la estrategia para tratar la tos no productiva es suprimirla.

El tratamiento de la tos no productiva debe ser específico frente a la causa subyacente. Si no se conoce la etiología o produce molestias significativas y carece de función útil, se efectuará un tratamiento sintomático de duración limitada.

Empleo de antitusivos para tos no productiva

La tos irritativa y no productiva se puede aliviar o suprimir con un antitusígeno, el cual puede interrumpir el ciclo vicioso de los paroxismos prolongados. Así, los fármacos antitusivos actúan a dos niveles: central, deprimiendo el centro de la tos o periférico, fuera del sistema nervioso central. 

Entre los antitusígenos que se pueden adquirir sin receta médica para el tratamiento paliativo de la tos no productiva, están los antitusígenos no opiáceos, que tienen un efecto supresor. Algunos de ellos presentan acción central y selectiva sobre el centro regulador de la tos y pueden utilizarse incluso en niños a partir de 2 años de edad. Al mismo tiempo, también es importante proporcionar al tracto respiratorio la humedad necesaria, lo que se puede conseguir tanto por ingestión de líquidos como por humidificación del aire inspirado.

Cuando la tos no productiva no desaparece: otras causas

Pueden existir otras causas que originen una tos crónica (de más de 8 semanas de duración). Entre las afecciones de la vía aérea superior que pueden cursar con tos crónica se encuentran entre otras posibilidades: rinitis alérgica, rinosinusitis crónica del adulto, apnea obstructiva del sueño, disfunción de las cuerdas vocales y la manifestación extraesofágica del reflujo gastroesofágico o reflujo laringofaríngeo.

La percepción de la tos puede expresarse de forma diferente según la patología causante. En general, la que acompaña a las enfermedades de las vías aéreas superiores o al reflujo laringofaríngeo se muestra como una irritación en la garganta. En los últimos años se han desarrollado algunos cuestionarios estandarizados cuya validación aún precisa estudios adicionales, siendo su mayor utilidad el estudio del efecto terapéutico de fármacos antitusivos.

En los casos en los que los tratamientos antitusígenos mencionados previamente alivien la sintomatología, pero no consigan eliminarla en el transcurso del tiempo, probablemente sea necesario resolver el síntoma a partir de un tratamiento específico para la causa que lo origina.


Así, ante la aparición de tos, se puede consultar con un profesional sanitario como el farmacéutico para abordar el problema de la manera más oportuna, valorando el tipo de tos que se padece, así como el tiempo de evolución, indicando el tratamiento antitusígeno más adecuado en caso necesario. Si en un período de tiempo determinado los síntomas no remiten, puede ser necesario derivar a un profesional médico.

 

REFERENCIAS

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