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20-10-2020

Microbiota intestinal: nuestras defensas y la salud

En los últimos años existe un creciente interés sobre el papel de la microbiota en la fisiología y la salud humanas. Este interés se debe en parte al desarrollo de técnicas de secuenciación basadas en la determinación del ADN bacteriano que están permitiendo la investigación a fondo de la microbiota intestinal.

La microbiota intestinal se ha asociado con efectos beneficiosos para el ser humano, como la protección contra patógenos y la modulación inmunológica. Además, parece jugar un papel importante en el mantenimiento del equilibrio inmunológico y la prevención de la inflamación.

A su vez, en las últimas décadas se están experimentando cambios en la alimentación debido a la globalización y a la posibilidad de acceso a los mercados internacionales. Todo esto influye a su vez en nuestra microbiota humana, ya que la dieta habitual parece ser el principal determinante de la composición microbiana intestinal.

En este sentido, la investigación biomédica no ha dejado de avanzar en el conocimiento de la microbiota intestinal (denominada flora intestinal hasta 2014), su composición y la repercusión de ésta en nuestro estado de salud general.

¿Qué es la microbiota? Definición de microbioma y disbiosis 

El término microbiota hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico determinado. Así, la microbiota que reside en el intestino humano es una de las comunidades más densamente pobladas, incluso más que el suelo, el subsuelo y los océanos. 

El microbioma humano se refiere a la población total de microorganismos con sus genes y metabolitos que colonizan el cuerpo humano, incluyendo el tracto gastrointestinal, el genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio y la piel. El microbioma intestinal está definido principalmente por dos filotipos de bacterias, Firmicutes (como Lactobacillus y Clostridium) y Bacteroidetes (suponen el 90% de la microbiota intestinal e incluyen bacterias del género Bacteroides y Prevotella), y en menor medida Actinobacterias (como el género Bifidobacterium).

Por otra parte, a las alteraciones de la microbiota intestinal y la respuesta adversa del hospedador a estos cambios se le llama disbiosis. Ocurre cuando se produce una pérdida del equilibrio entre las células del organismo humano y las células bacterianas que lo habitan. Esta situación de desequilibrio se ha asociado con diferentes enfermedades en los últimos años, como enfermedades inflamatorias crónicas (como enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), asma y obesidad entre otras.

En cuanto a los aspectos funcionales de la microbiota intestinal humana normal, algunas de sus funciones son metabólicas y nutricionales, de protección antimicrobiana, de mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal y de regulación de la respuesta inmune.

Factores que influyen en la microbiota intestinal

La microbiota intestinal se ha asociado con efectos beneficiosos para el ser humano, como la protección contra patógenos y la modulación inmunológica. Además, parece jugar un papel importante en el mantenimiento del equilibrio inmunológico y la prevención de la inflamación.

Microbiota y aparato digestivo

Diversos estudios han demostrado que la microbiota tiene una función moduladora sobre diferentes aspectos del aparato y la función digestiva. Así, la exposición a antibióticos en animales de experimentación aumenta las respuestas motoras intestinales, mientras que la administración de lactobacilos reduce esta respuesta. Por otro lado, la microbiota representa un mecanismo defensivo importante contra la colonización de bacterianas.

Microbiota y sistema inmune

Algunas bacterias estimulan o inducen cambios en la respuesta del sistema inmunitario favoreciendo un perfil antiinflamatorio que disminuye los síntomas abdominales del síndrome del intestino irritable. Se cree que la fisiopatología del síndrome del intestino irritable implica alteraciones en el eje cerebro-intestino, en la que las alteraciones en la microbiota gastrointestinal y la función inmune pueden desempeñar un papel importante. 

Así, la microbiota intestinal puede ejercer efectos no solo a nivel del tracto digestivo, sino que, según diferentes estudios, las bacterias intestinales actúan sobre el eje cerebro intestinal y el sistema nervioso central, lo que a su vez condiciona las respuestas afectivas del individuo.

En una persona sana la microbiota está en simbiosis homeostática con el huésped, es decir, en “equilibrio”, asegurando una comunicación efectiva entre la microbiota y el sistema inmune, a la par que estimula la actividad de dicho sistema inmune. La composición de la microbiota ayuda a mantener el equilibrio con el sistema inmunológico, llegándose a postular que la microbiota podría ser un órgano más del organismo humano.

Microbiota pulmonar: el eje intestino pulmón

Hay evidencia de posibles interacciones entre los tejidos de las mucosas intestinal y pulmonar, lo que constituye un eje intestino-pulmón. Es probable que este eje sea importante para mantener la microbiota normal e influir en la respuesta inmune de ambos. De esta manera, los microbios intestinales pueden influir en la función inmune del pulmón a través de diferentes mecanismos. 

Existe la creciente evidencia de la importancia del microbioma intestinal y del eje intestino-pulmón en el origen del asma. Así, el desequilibrio microbiano en el intestino y en el pulmón se asocia cada vez más con la incidencia y la gravedad del asma. Varios estudios han relacionado la disbiosis de la microbiota intestinal en la infancia con un riesgo alterado de asma más adelante en la vida. Asimismo, se han realizado estudios sobre la influencia del efecto del uso de antibióticos en el microbioma intestinal en pacientes con asma no controlada. 

Probióticos y asma

Los probióticos son microorganismos vivos que pueden conferir beneficios en la salud del receptor/hospedador. Para profundizar en el conocimiento tanto de probióticos como de prebióticos, se puede consultar en este post.

Estos se han utilizado también en estudios de asma alérgica y rinitis, con el objetivo de modificar la microbiota intestinal. Los resultados son prometedores pero preliminares, por lo que se necesitan más estudios para determinar si los cambios en el microbioma intestinal y pulmonar pueden ocurrir como resultado de terapias prebióticas y probióticas. A pesar de ello, su uso puede resultar beneficioso en muchas situaciones para el alivio de la sintomatología y contribuye al bienestar funcional en algunas enfermedades. Algunos de los beneficios de su utilización pueden consultarse aquí

La salud de la microbiota es fundamental para nuestra salud general porque afecta a distintos procesos de nuestro cuerpo, entre los que se encuentran el sistema inmune y el eje intestino-pulmón. Un estado saludable y adecuado de la microbiota proporcionará un buen estado de salud. La utilización de probióticos puede ayudarnos a conseguir y mantener en estado apropiado la microbiota y en definitiva nuestra salud. Para encontrar el probiótico que se ajusta a nuestras necesidades debemos consultar con un profesional de la salud, como es el farmacéutico, que nos indicará cuál sería la utilización oportuna para cada situación.

Referencias

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