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02-08-2023

¿Cómo aliviar el picor de piel?

En ocasiones aparecen erupciones cutáneas en diferentes localizaciones del cuerpo como, por ejemplo, en la cara, en el cuello, en las piernas, en el tronco, etc. que cursan con picor de piel o prurito.

A veces estos picores aparecen sin saber exactamente a qué se deben, sin tener alergias conocidas a medicamentos ni a alimentos, sin estar tomando ningún tratamiento farmacológico, ni utilizar ningún detergente o perfume nuevo, por lo que en ocasiones como éstas incluso es habitual sospechar que se trate de una reacción causada por algo que hemos comido.

El prurito es un síntoma predominante en las consultas de atención primaria, siendo una de las percepciones más comunes que existen, ya que la mayoría de las personas han experimentado prurito alguna vez a lo largo de su vida. La sensación de picor es, por tanto, un problema muy común, es uno de los síntomas más habituales de las enfermedades de la piel y puede serlo también de algunas enfermedades sistémicas. Por todo ello es importante conocerlo, saber cómo puede producirse y algunos consejos y remedios útiles para saber cómo aliviarlo.

¿Qué es el picor de piel o prurito?

El picor de piel o prurito es una sensación desagradable y molesta muy frecuente que produce un deseo imperioso de rascarse, ocasiona malestar y a veces incluso lesiones por rascado. Como en toda sensación, el componente subjetivo es primordial e influye en su percepción (de leve cosquilleo a molestia insoportable), en la intensidad de su respuesta (frotamiento, rascamiento, excoriación) y en la reacción individual (indiferencia, resignación, ansiedad-irritabilidad, depresión).

El prurito es una sensación cutánea que puede aparecer ante diferentes estímulos tanto a nivel central como periféricos y que lleva a una respuesta mecánica de rascado. Suele ser intermitente, aunque en algunos casos podría llegar a ser continuo y puede aparecer en cualquier momento del día. Así, picor y rascado están íntimamente relacionados. Cuando se calma el picor mediante rascado, se produce una sensación placentera inicial, que cede a los pocos minutos para reaparecer de nuevo, sin embargo, el rascado aumenta de nuevo el prurito, creándose un círculo vicioso picor-rascado-picor. En definitiva, si este ciclo no cesa, además de causar molestias, origina inevitablemente un daño en la piel.

Clasificación del prurito en función de su duración

La intensidad con que se percibe esta sensación es muy variable de una persona a otra. Si el picor llega a ser intenso o muy prolongado, puede llegar a ser incapacitante y producir serias alteraciones como: insomnio, trastornos del carácter, angustia, inapetencia, etc.
Una de las clasificaciones más habituales se hace en función del tiempo de evolución, así se puede clasificar el prurito en agudo o crónico.

  • Agudo: se refiere al que dura desde unos segundos hasta 4-6 días como máximo, su causa es desconocida y generalmente se debe a picaduras de insectos, una lesión de eccema, una reacción alérgica (como por ejemplo a alimentos y aditivos alimentarios o fármacos) u otras causas no alérgicas (como infecciones o estímulos físicos como la presión o el frío). En muchos de los casos, no se puede identificar la causa específica de su origen.
  • Crónico: a diferencia del picor agudo, este puede durar desde semanas a varios meses. Muchas teorías lo asocian a una forma leve dolor ya que, en zonas cutáneas de hipoalgesia, un estímulo doloroso puede provocar hormigueo o picor. Así, los nervios y neuroreceptores desempeñan un papel importante en la inducción del picor.

¿Cómo el produce el prurito?

El prurito puede desencadenarse por diversos estímulos. Hay varios mediadores químicos y diferentes mecanismos por los cuales se produce la sensación de prurito, en concreto, las neuronas sensitivas periféricas específicas median esta sensación.

Tanto el dolor como el prurito comparten algunos mecanismos neurofisiológicos; son el resultado de la activación o excitación de las terminales nerviosas en la epidermis, que se transmiten por vía espinal hacia el sistema nervioso central. Actúan de forma indirecta al liberar mediadores y su consecuencia es una estimulación interna o externa de origen químico, mecánico, eléctrico o térmico. Se han identificado numerosos mediadores que intervienen en la génesis del prurito tanto a nivel periférico como central. La histamina es el más conocido y se sabe que es capaz de producir prurito directa o indirectamente.

Además, se cree que algunos factores no anatómicos (como el estrés o la presencia de otras sensaciones) determinan la presencia de picores en diferentes regiones del cuerpo. La sensación de picor es transmitida por los mismos nervios por los que viajan los estímulos dolorosos, desde los terminales nerviosos de la piel a la médula espinal. Así, como se ha mencionado previamente, a la percepción del picor le sigue la respuesta motora del rascado, respuesta modulada por el centro córtico-talámico, que es un reflejo espinal. Después del rascado, se consigue un alivio que puede durar entre 15 y 25 minutos, pasado este tiempo puede aumentar la sensación de picor.

¿Cómo aliviar el prurito?

Para aliviar el prurito pueden indicarse tanto medidas preventivas como terapias sintomáticas entre las que destacan: 

  • Utilizar prendas de vestir holgadas evitando fibras irritantes como lana y telas sintéticas sobre todo en la ropa interior.
  • Restringir el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono que favorecen el edema cutáneo y los alimentos relacionados con la histamina como los encurtidos, alimentos enlatados, el alcohol (especialmente los fermentados como el vino o la cerveza, etc.).
  • Evitar aquellos factores que pueden desencadenar el prurito como el calor, la irritación o las infecciones de las lesiones y controlar los cambios de temperatura, especialmente el frío.
  • Evitar ambientes sin ventilación o cargados de humo y presencia de alérgenos (polvo, pelo de animales, etc.) que pueden desencadenar picor e irritación en la piel.
  • Evitar rascarse o frotarse la zona afectada, ya que aumenta la sensación de picor.
  • Recomendar baños de agua tibia y evitar situaciones que producen calor y vasodilatación cutánea (comidas calientes, alcohol, elevada temperatura ambiental, ejercicio, excesiva ropa para dormir).
  • El uso de objetos metálicos, cosméticos, esmalte de uñas, jabones detergentes, etc. debe ser vigilado por su posible implicación en la génesis y mantenimiento del prurito.
  • Si es posible, deberían retirarse o sustituirse aquellos fármacos que sean capaces desencadenar la sensación pruriginosa.
  • Para disminuir la sequedad de la piel y mantener la piel hidratada, deben emplearse frecuentemente cremas hidratantes o emolientes y aceites de aplicación preferente después del baño.

Además de todas estas medidas, en algunos casos, a pesar de no conocer con exactitud el origen del picor, para conseguir aliviarlo, pueden resultar útiles productos específicos para alivio del picor de piel asociado con reacciones cutáneas como pequeñas erupciones, urticaria, en adultos y niños a partir de 1 mes; siendo necesario un adecuado control médico desde el mes hasta los dos años. Estos productos suelen contener algún principio activo antihistamínico.

Al ser productos de uso cutáneo, debe aplicarse una pequeña cantidad sobre la piel afectada, que debe estar intacta y sin heridas. Tras aplicar una pequeña cantidad sobre la zona a tratar, se debe dar un suave masaje con la mano para facilitar la penetración del medicamento en la piel.  La aplicación se puede repetir de 2 a 4 veces al día, si fuera necesario. Asimismo, es importante consultar al médico si la situación empeora o si no mejora después de 7 días de tratamiento.

Referencias

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