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13/03/2024

Intolerancia a la lactosa: características e información alimentaria

La intolerancia a la lactosa se debe al descenso en la actividad de la enzima lactasa presente en las microvellosidades intestinales o al déficit de dicha enzima, encargada de hidrolizar la lactosa en azúcares más simples para que puedan ser absorbidos y utilizados como fuente de energía. Este trastorno presenta principalmente sintomatología digestiva.

Así, la intolerancia a la lactosa es un trastorno que tiene una prevalencia variable, independiente del grupo étnico, sexo y edad. Mundialmente se estima que alrededor de 2/3 de la población adulta padece este trastorno. Principalmente se presenta en individuos asiáticos, afectando a entre el 90 y 100 % de su población.

Seguidamente afecta al 80% de africanos y árabes, mientras que solo afecta al 15 % de la población europea. Además, dentro de la población europea, la prevalencia es mayor en los países mediterráneos, situando a España en la zona intermedia, ya que el 35 % de la población adulta española padece intolerancia a la lactosa. La prevalencia es menor, en los países del norte de Europa, afectando a entorno 0-10% de la población.

Dada la prevalencia de este trastorno en nuestro país, es importante tener en cuenta las características de la lactosa y entender su metabolismo, conocer la información que podemos encontrar en los alimentos acerca de ello, así como las posibilidades que existen en nuestro entorno para vivir con intolerancia a la lactosa.

Características y metabolismo de la lactosa

La lactosa es el azúcar predominante en la leche de los mamíferos y sus derivados como la mantequilla y el queso, entre otros. La lactosa se obtiene a partir del suero lácteo y se utiliza en la elaboración de productos dietéticos, como excipiente en algunos fármacos y sustituto de la sacarosa.

De manera general, los síntomas que se producen por la malabsorción de lactosa no dependen únicamente de la capacidad digestiva y absortiva del intestino, sino también de factores tales como la cantidad de azúcar ingerido, la tasa de vaciamiento gástrico, la respuesta de la carga osmótica del intestino delgado, la actividad metabólica de las bacterias y la capacidad absortiva del colon.

Los seres vivos no pueden absorber lactosa como tal, necesitan hidrolizarla primero en glucosa y galactosa (sus componentes), que sí son absorbidos por el epitelio intestinal. Su metabolismo es realizado por una enzima especializada llamada lactasa, que es una b-galactosidasa que se localiza principalmente en la superficie de las microvellosidades de los enterocitos del intestino delgado.

Por otro lado, el azúcar no absorbido, cuando está presente en el intestino delgado, retrasa el vaciamiento gástrico, al mismo tiempo que se estimula el tránsito duodenal-ileal, debido a que disminuye la absorción de agua y sodio. Como consecuencia, esto reduce aún más la absorción de la glucosa y de la galactosa, así como de otros monosacáridos, lo que afecta al perfil de glucosa sanguínea, con poco o ningún incremento en los niveles de insulina plasmática. En todos los casos aparecen diarreas hídricas, dado que el líquido intestinal es isotónico, por lo tanto, el disacárido ejerce un efecto osmótico atrayendo el agua para mantener su isotonicidad.

El metabolismo de la lactosa, realizado por las bacterias a nivel colónico, se divide en dos etapas. Primero el transporte del disacárido por una proteína de membrana llamada lactosa permeasa y segundo la hidrólisis enzimática del enlace de glucosídico. Después, las bacterias fermentan los monosacáridos y producen ácido láctico, ácido succínico, ácido acético, ácido butírico, H2, anhídrido, carbónico (CO2) y ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos son excretados por las bacterias del colon al lumen y aumentan el efecto osmótico, elevando el nivel de líquidos.

Finalmente, las bacterias metanógenas emplean el H2 y el CO2 como sustratos para producir gas metano, el cual es excretado por la bacteria al lumen intestinal, lo que justifica la aparición de flatulencia, borborigmos, náuseas, espasmos, dolor y distensión abdominal que acompaña a la diarrea osmótica y configuran la sintomatología clásica de la intolerancia lactosa en particular y a los hidratos de carbono en general.

Información alimentaria de productos con lactosa

La información alimentaria es una herramienta importante para las personas con intolerancia a la lactosa, ya que es el principal medio de comunicación entre los operadores alimentarios (productores, vendedores, personal de hostelería, etc.) y los consumidores, permitiendo que conozcan la composición de los alimentos y hacer elecciones seguras para ellos.

En el caso de los alimentos envasados, en la lista de ingredientes debe figurar de forma destacada, mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de ingredientes, las palabras: lactosa, leche o cualquiera de sus derivados. En caso de que no haya lista de ingredientes, se deben indicar después de la palabra “contiene”.

Cuando en la lista de ingredientes (o después de la palabra contiene) figure de forma de destacada la palabra leche o cualquiera de sus derivados, debe entenderse que el producto contiene lactosa y proteínas lácteas, por lo que no resulta apto, ni para alérgicos a las proteínas de la leche, ni para intolerantes a la lactosa.

Es importante leer siempre la lista de ingredientes, porque hay muchos alimentos distintos de los productos lácteos (embutidos, sopas, salsas, bollería, etc.) que incluyen lactosa entre sus ingredientes.

Respecto a la información sobre la presencia de lactosa en alimentos no envasados, la información alimentaria puede transmitirse de diferentes formas en función de la modalidad de venta del alimento:

  • En etiquetas adheridas al alimento, en el caso de que éste se haya envasado previamente por el minorista para su venta inmediata y la venta sea sin vendedor (por ejemplo, bandeja de frutas, carne, bollos, queso, etc.).
  • Rotulada en carteles colocados donde los alimentos se presenten para su venta. Puede facilitarse así en el caso de:
    • Alimentos que se suministran sin envasar o se envasan en el lugar de venta a petición del comprador.
    • Alimentos previamente envasados por el minorista para su venta inmediata, siempre que la venta se realice con vendedor.
  • Mediante otros medios apropiados como información oral, menú o carta, accesibles para el consumidor antes de que finalice la compra y sin coste adicional.
  • En el establecimiento se debe indicar donde se puede obtener esa información o a quien dirigirse para solicitarla y, si se facilita oralmente, también habrá un registro escrito o electrónico a disposición de los consumidores y autoridades de control oficial.
  • En la venta distancia (por ejemplo, a través de teléfono o internet), esta información se debe facilitar al consumidor antes de que se realice la compra, mediante el soporte de venta a distancia y sin coste adicional. Y acompañará a los productos de forma escrita en el momento de su entrega.

¿Cómo vivir con la intolerancia a la lactosa?

Muchas de las personas que tienen problemas para digerir la lactosa pueden disfrutar de los productos lácteos en pequeñas cantidades o junto con otros tipos de alimentos. Para ellos es importante aprender probando qué productos lácteos y en qué cantidad pueden tomar sin presentar molestias y cuáles deben evitar. La gravedad de síntomas varía dependiendo de la cantidad de lactosa ingerida y de la tolerancia individual.

Asimismo, en caso de no querer renunciar al sabor y propiedades nutritivas de la leche de vaca, actualmente existen complementos alimenticios en comprimidos que mejoran la digestión de los lácteos en aquellas personas que presentan sintomatología de mala digestión de la lactosa. Algunos de ellos se presentan en formatos cómodos para llevar a todas partes, por ejemplo de estilo petaca, lo que facilita su transporte y fomenta su utilidad. Existen presentaciones que contiene de su composición la enzima lactasa de 4.500 o incluso 15.000 FCC por comprimido y son de especial utilidad en aquellas personas que presentan una producción insuficiente de lactasa. Se pueden tomar hasta 12 comprimidos al día de los complementos que contienen lactasa 4.500 FCC y hasta 3 comprimidos al día para los de 15.000 FCC. FCC son las siglas de Food Chemical Codex, una unidad de medida utilizada para medir la actividad de las enzimas.

Se recomienda el uso de este tipo de productos en especial si come fuera de casa y no se está seguro de si los platos contienen o no lactosa. Así, de manera exógena, estas pastillas aportan nuestro organismo la lactasa que necesita para poder metabolizar la lactosa. Su efecto es momentáneo y, por ello, deben ingerirse en el momento en el que se haga una comida de este tipo.

No obstante, es conveniente consultar con su médico o farmacéutico en caso de intolerancia a la lactosa, de tal manera que puedan indicarnos unas pautas adecuadas para controlar dicho trastorno, así como recomendarnos algunas soluciones que se pueden encontrar en el mercado actual, como los complementos alimenticios mencionados previamente. Asimismo, es importante conocer la cantidad adecuada a utilizar de los complementos alimenticios mencionados y cómo actuar en determinadas situaciones.

REFERENCIAS

  1. Sanz Pinazo, M.B.; Calonge Castrillo, M.L. Intolerancia a la lactosa. Trabajo de fin de Grado. Facultad de Farmacia. Universidad de Sevilla. 2019. [Acceso: 29 de febrero de 2024]. Disponible en: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/91606/SANZ%20PINAZO%2c%20MAR%C3%8DA%20BEL%C3%89N.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  2. Maldonado Celis, M.E. Intolerancia a la lactosa: etiología y mecanismos que la originan. Perspectivas en Nutrición Humana. No 5, noviembre de 2001. [Acceso: 29 de febrero de 2024]. Disponible en: https://revistas.udea.edu.co/index.php/nutricion/article/view/336524/20791898
  3. Intolerancia a la lactosa. Información alimentaria. Gobierno de España. Ministerio de consumo. Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. [Acceso: 29 de febrero de 2024]. Disponible en: https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/noticias/2020/intolerancia_lactosa_n.pdf
  4. Primeras preguntas. Asociación de intolerantes a la lactosa España. [Acceso: 29 de febrero de 2024]. Disponible en: https://lactosa.org/la-intolerancia/primeras-preguntas/
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