La tos es un síntoma muy molesto que acompaña a varias patologías típicas del invierno, como el resfriado o la gripe. En este artículo, explicamos qué es la tos seca y cómo podemos aliviarla.
No es conveniente suprimir la tos productiva, sino que debe facilitarse para que el organismo pueda expulsar las secreciones. En cambio, la tos seca sí se puede eliminar, ya que, además de producir malestar, puede autoperpetuarse.
¿Qué es la tos?
La tos es un mecanismo —normalmente reflejo— que permite expulsar el exceso de mucosidad y los agentes irritantes (p.ej., sustancias químicas) de las vías respiratorias. Estos elementos actúan sobre distintos receptores nerviosos que se encuentran en la mucosa de los bronquios, la tráquea o la laringe y que envían señales al tronco encefálico. En respuesta a estos estímulos, se producen movimientos de apertura y cierre de la glotis junto con una contracción brusca de los músculos respiratorios del tórax y el abdomen, permitiendo expulsar el aire de los pulmones de forma violenta, junto con las secreciones y los agentes irritantes.
Una tos ocasional es normal, puesto que, como hemos visto, es un mecanismo fisiológico que permite mantener despejadas las vías respiratorias. Sin embargo, una tos que se prolonga en el tiempo puede ser un síntoma de otra enfermedad.
Causas
Cualquier proceso que provoque la inflamación, compresión o constricción de las vías respiratorias puede provocar tos. Entre las causas más frecuentes, destacan el resfriado común, la gripe, la sinusitis, la bronquitis, la neumonía, la rinitis alérgica, el asma (especialmente en niños), la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la inhalación de sustancias irritantes (p.ej., el humo del tabaco), algunos medicamentos (p.ej., los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina o IECA, indicados en el tratamiento de la hipertensión arterial) o causas accidentales (p.ej., presencia de alimentos en la tráquea, inhalación de cuerpos extraños…).
Tipos de tos
La tos puede clasificarse de acuerdo con distintos criterios.
Según su duración, la tos puede ser:
• Aguda: Desaparece en menos de 3 semanas. • Subaguda: Su duración oscila entre 3 y 8 semanas. • Crónica: Persiste durante más de 8 semanas.
Y, en función de si va acompañada o no de secreciones, la tos se clasifica en:
• Productiva: Se acompaña de la expectoración de secreciones. Se origina por estimulación de los receptores nerviosos de las vías respiratorias bajas. • No productiva o seca: No se acompaña de expectoración. Se origina por estímulos irritativos sobre la faringe, la laringe y las vías respiratorias altas.
No es conveniente suprimir la tos productiva, sino que debe facilitarse para que el organismo pueda expulsar las secreciones. En cambio, la tos seca sí se puede eliminar, ya que, además de producir malestar, puede autoperpetuarse (al toser, se produce una irritación de la tráquea y la faringe, lo cual produce aún más tos).
¿Cómo aliviar la tos seca?
Para calmar la tos seca, en primer lugar, podemos adoptar una serie de medidas generales, que incluyen:
• Mantener una humedad ambiental en casa alrededor del 40% (p.ej., mediante el empleo de un humidificador). • Chupar caramelos o tomar miel. Al cubrir la mucosa de la faringe, pueden ayudar a aliviar la irritación de la garganta. • Evitar el humo del tabaco, ya que es un agente irritante. • Evitar los cambios bruscos de temperatura y los aires acondicionados
Si estas medidas no son suficientes, también podemos recurrir al uso de medicamentos y otros productos sanitarios que no requieren receta médica. Por ejemplo, existen productos bucofaríngeos formulados con ácido hialurónico que pueden calmar la irritación de garganta asociada a la tos seca. También se puede optar por los jarabes con fármacos que inhiben el reflejo de la tos (p.ej., dextrometorfano, cloperastina…). En cualquier caso, siempre es recomendable consultar a un médico o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento. Por otra parte, si la tos está asociada a dificultad para respirar, ruidos respiratorios, fiebre, desmayos o alguna enfermedad respiratoria y/o cardiaca, conviene acudir directamente a un centro de atención médica.
