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13-04-2021

PLACA BACTERIANA, CÓMO COMBATIRLA

Desde el momento en que nacemos, empiezan a aparecer en la boca diferentes microorganismos que estarán presentes a lo largo de toda la vida; por ello, es conveniente controlar o disminuir el acúmulo de especies bacterianas que conforman la placa bacteriana a nivel bucal. Ante esta situación, parece clara la necesidad de utilizar un agente antimicrobiano que complemente el control de la placa bacteriana de forma continuada y eficaz.

La formación de la placa bacteriana es un proceso dinámico y ordenado. Sobre la superficie de los dientes limpios se establecen los formadores de la placa primaria, cuya presencia es esencial para la adhesión de otras especies bacterianas. Las especies siguientes favorecen la adhesión y proliferación de otros microorganismos.

¿Cómo se forma la placa bacteriana?

La formación de la placa bacteriana es un proceso dinámico y ordenado. Sobre la superficie de los dientes limpios se establecen primero los formadores de la placa primaria, cuya presencia es esencial para la adhesión de otras especies bacterianas. Las especies siguientes aportan los medios y la creación de un ambiente adecuado para la adhesión y proliferación de otros microorganismos, aumentando la placa en cantidad y calidad bacteriana. En la formación ordenada de placa están involucrados procesos de adherencia, proliferación y división bacteriana. La limpieza mecánica (el cepillado), actúa sobre la superficie dental limitando la masa bacteriana dejando una pequeña placa no patógena que es compatible con la salud gingival.

¿Cómo actúan las sustancias químicas sobre la placa bacteriana?

Las sustancias químicas actúan sobre la placa bacteriana cuantitativa y cualitativamente por los siguientes medios:

  1. Evitando la adherencia bacteriana, con agentes antiadhesivos: Las sustancias antiputrefacción o los hipocloritos son antiadhesivos, pero son tóxicos en el medio oral, no hay compuestos hoy en día con estas características.

     
  2. Deteniendo o retrasando la proliferación bacteriana con antimicrobianos. 

     
  3. Eliminando la placa establecida con lo que a veces es llamado el “cepillo dental químico”. 

     
  4. Alterando la formación de la placa.

¿Cuáles son los agentes inhibitorios más eficaces?

Los agentes inhibitorios más eficaces son aquellos cuya acción persiste en la boca durante el mayor tiempo posible, la persistencia de la acción o sustantividad depende de varios factores:

  1. Retención prolongada por adsorción en las superficies bucales, incluidos los dientes cubiertos por película.

     
  2. Conservación de la actividad microbiana una vez absorbidos.

     
  3. Neutralización mínima o lenta de la actividad antimicrobiana en el medio bucal o lenta desaparición de las superficies.

Características de los “agentes antiplaca”

Los requisitos básicos que deben reunir son:

  • Especificidad: el control de la placa no debe basarse en antibióticos, siendo reservados para uso sistémico en infecciones dentales o enfermedades sistémicas específicas.

     
  • Eficacia: la pauta terapéutica viene determinada por la concentración mínima inhibitoria para las bacterias asociadas a patologías dentales. Debido a la naturaleza no específica de la placa dental, las características antimicrobianas de los antisépticos bucales hacen que sean el fármaco de elección.

     
  • Sustantividad: cualidad que mide el tiempo de contacto entre una sustancia y un sustrato en un medio dado. En el caso de infecciones dentales ésta es una cualidad muy importante, ya que el agente antimicrobiano necesita cierto tiempo de contacto con el microorganismo para inhibirlo o eliminarlo, a diferencia de las infecciones sistémicas en las que el tiempo de contacto deseado puede obtenerse mediante aplicaciones periódicas parenterales o enterales del fármaco. Esta propiedad de los antisépticos ha dado lugar a una clasificación en generaciones de los agentes como: de primera generación (baja sustantividad) donde se clasifican algunos antibióticos, de segunda generación (alta sustantividad), como son las biguanidas (clorhexidina) y de tercera generación que son las que inhiben o interfieren la adhesión bacteriana. 

     
  • Para la utilización clínica habitual, los antimicrobianos de segunda generación son los de elección, clasificándose por su potencia de acción como de alta potencia, entre los que se encuentra la clorhexidina. Entre otros, se encuentran de baja potencia el fluoruro sódico, y de muy baja potencia como timol. 

     
  • Seguridad: los agentes antimicrobianos se han ensayado extensamente con lo que su uso está avalado científicamente. La seguridad de un fármaco viene condicionada por: su permeabilidad (absorción en el tracto intestinal y paso posterior al torrente sanguíneo) y el potencial de toxicidad, que debe ser bajo.

     
  • Eficacia intrínseca: es el porcentaje de efecto máximo que puede conseguirse con las limitaciones de solubilidad del agente. NO todos los agentes utilizados, son capaces de conseguir por enjuagues una supresión completa del crecimiento bacteriano.


Las 10 propiedades ideales de un agente antiplaca:

  1. Eliminación sólo de las bacterias patógenas.
  2. Sustantividad.
  3. No facilitar el desarrollo de bacterias resistentes.
  4. No ser lesivas para los tejidos bucales a las concentraciones utilizadas.
  5. No manchar los dientes.
  6. No alterar el gusto.
  7. Reducir placa bacteriana y gingivitis.
  8. Precio accesible.
  9. Facilidad de utilización.
  10. No desarrollar efectos adversos sobre los dientes.

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Cómo prevenir la acumulación de placa bacteriana en los dientes

Los agentes quimioterápicos o antisépticos orales, actualmente se consideran un complemento imprescindible tanto en el control de la placa dental como en el tratamiento de la gingivitis. La clorhexidina, tal y como se ha mencionado en la característica de sustantividad, es el antiséptico más eficaz en el control de la placa bacteriana. La eficacia de clorhexidina en enjuagues, espuma, geles, entre otros, ha sido demostrada en diferentes estudios.

Consejo profesional sobre la placa bacteriana

Ante una consulta sobre problemas relacionados con la placa bacteriana, el farmacéutico como profesional sanitario podrá orientar sobre el uso de antisépticos orales, como sustancias químicas que ayudan al control de la placa bacteriana, para una buena higiene oral, inhibe la proliferación de microorganismos patogénicos que se hallan en la cavidad oral. 

Existen diferentes presentaciones de agentes antimicrobianos, por ejemplo, entre otras, en forma de pasta o colutorio sin alcohol que contienen clorhexidina en su composición. 

Es importante contar con la indicación adecuada de un farmacéutico, para seleccionar el producto más adecuado a cada necesidad, valorando la situación y la evolución del caso. Como profesional sanitario, éste juega un importante papel para garantizar el buen uso de este tipo de productos que no precisan prescripción médica, ya que dependiendo de su valoración, derivará al médico en caso necesario. En este sentido, se han llevado a cabo trabajos con la finalidad de evitar el uso indiscriminado de estos productos, concretamente de enjuagues bucales. 

El farmacéutico recomendará el uso de productos que contengan antimicrobianos en su composición en caso de que el paciente lo precise, durante periodos cortos de tiempo para no generar ninguna resistencia bacteriana. Asimismo, advertirá de los efectos secundarios del tratamiento empleado, siendo de manera general escasos y bien tolerados por el paciente, estableciendo el consejo de duración y utilización oportunos.

REFERENCIAS

  1. Bascones, A.; Morante, S. Antisépticos orales. Revisión de la literatura y perspectiva actual. Av Periodon Implantol. 2006; 18, 1:31-59. [Acceso: 10 de febrero de 2021]. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/peri/v18n1/original3.pdf
  2. Baruch Hernández, N.B.; Nachón García, M.G.; García Rivera, M.E.; García Rivera, M.E. et al. Eficacia de la clorhexidina en el tratamiento de la gingivitis: tabletas o colutorio. Rev Med UV, 2012. 6-12. [Acceso: 10 de febrero de 2021]. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/veracruzana/muv-2012/muv122a.pdf
  3. Fernández Pacheco, A.E.; Guevara Cabrera, S.D.; Henckell Sime, C.L.C. Antisépticos orales: clorhexidina, flúor y triclosán. Rev. Salud & Vida Sipanense, 2019; 6(2): 4-14. [Acceso: 21 de marzo de 2021]. Disponible en: http://revistas.uss.edu.pe/index.php/SVS/article/view/1209/1028
  4. Escudero García, M.A.; Lancha de los Silos, J.; López Nieto, A. Medicamentos bucofaríngeos de no prescripción médica obligatoria. Repositorio de la producción académica en abierto de la UCM. [Acceso: 10 de febrero de 2021]. Disponible en: https://eprints.ucm.es/id/eprint/48344/
  5. Mendoza Méndez, J.M.; Romo, S.A.; Cepeda Bravo, J.A.; Aragón Martínez, O.H. Antisépticos orales, ¿los estamos utilizando de manera correcta? Rev Dig Univers. 2020. 21(2) 1-9. [Acceso: 10 de febrero de 2021]. Disponible en: https://www.revista.unam.mx/wp-content/uploads/v21_n2_a6.pdf
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