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13-07-2022

Los piojos y los campamentos de verano

Con la llegada del verano, comienza la época de los campamentos y colonias típicas de la época estival. En este entorno, ya sea en el medio rural o urbano, es habitual que se presenten problemas de pediculosis. La pediculosis o infestación por piojos, sigue siendo un problema mundial y es la infección ectoparasitaria más común conocida.

La exposición a los piojos en un campamento de verano suele ser muy elevada. Aunque estos insectos no pueden volar ni saltar, sí que son capaces de desplazarse con mucha rapidez, lo que les permite pasar fácilmente de la cabeza de un individuo a la de otro cuando ambas están en contacto.

Un contacto que es la clave del contagio y que se da con una frecuencia mucho mayor en los niños que en los adultos, por su tendencia a jugar unos junto a otros y a relacionarse de una forma más física que la usual entre personas mayores.

Ante esta situación, es conveniente conocer qué son los piojos y cómo afectan, por qué y cómo se transmiten, cómo detectar una infestación de este tipo y algunas medidas de prevención, así como posibles soluciones que podemos encontrar en el mercado para solventarlo.

¿Qué son los piojos y cómo afectan?

Los piojos que infectan los seres humanos son casi siempre piojos chupadores que viven en estrecha sesión con huésped y ponen sus huevos en los tallos del cabello o en las costuras de la ropa. Son animales pequeños, poco visibles que pueden vivir en la cabeza y provocar picazón, aunque también pueden vivir en las cejas, pestañas y en la barba.

Casi todos los cientos de miles de casos de infestación de piojos que ocurren cada año son causados por miembros de solo tres especies, entre las que destaca el piojo de la cabeza humana.

Este es el más conocido y habitual en los campamentos de verano. Se trata de un animal de 1 a 2 mm de longitud, que no tiene alas, es aplanado dorsoventralmente y alargado. Tiene piezas bucales angostas y ocultas para chupar dentro de la estructura de la cabeza, antenas cortas y tres pares de patas con garras que están adaptadas para agarrar pelos.

¿Por qué y cómo se transmiten los piojos?

La infestación de piojos de la cabeza tiene la característica de aparecer en diferentes ambientes y niveles sociales.

  1. ¿Por qué se transmiten los piojos?: lo primero a tener en cuenta es que las condiciones que encuentran los piojos en el pelo de la cabeza son lo suficientemente favorables como para no necesitar trasladarse voluntariamente a otra cabeza, pudiendo seguir reproduciéndose y contribuyendo al aumento de la misma población ya que los recursos no están limitados. Sin embargo, cuando la oportunidad se presenta, pueden pasar a otro huésped, siendo la situación que fundamentalmente propicia este traslado el contacto directo con los pelos de una segunda persona, cuando ésta junta su cabeza con la de una persona infestada. Así, la infestación del cuero cabelludo suele ser más común durante los meses más cálidos. Los piojos generalmente afectan a los niños principalmente a las niñas de tres a 12 años.
  2. ¿Cómo se transmiten?: los piojos de la cabeza se mueven agarrando los pelos, permaneciendo generalmente cerca del cuero cabelludo. Se cree que la transmisión ocurre a través del contacto cercano de cabeza a cabeza, o de manera indirecta, a través de peines, gorros, ropa de cama, etc. o el contacto con los objetos inanimados que albergan el organismo de la enfermedad. Un estudio reciente que valoró los factores espaciales y cinéticos (del movimiento) involucrados en la transferencia de piojos de la cabeza sugiere que el contacto directo de cabeza a cabeza durante un período prolongado puede ser el modo de transmisión más importante.

¿Cómo detectar la infestación por piojos?

Los primeros indicios de que un niño puede estar infestado por piojos son el frecuente rascado de la cabeza o la propia indicación a los padres o allegados del picor insistente que experimenta. Este picor se localiza sobre todo en la zona de la nuca y detrás de las orejas, pero puede presentarse en cualquier otra parte de la cabeza.

Sin embargo, no es suficiente, ya que el prurito puede estar originado por múltiples afecciones. La confirmación de la infestación por piojos precisa de la detección de los propios piojos, ya sea de las liendres o de las fases móviles (ninfas y adultos). La observación o captura de ejemplares vivos de ninfas y adultos es la confirmación definitiva de una infestación activa, sin embargo, el hallazgo de liendres no siempre lo es, ya que las que se encuentran a una cierta distancia del cuero cabelludo (aproximadamente a más de 2 cm) suelen estar vacías o muertas, lo que indica su pertenencia a antiguas infestaciones y por lo tanto no constituyen ningún riesgo.

Los piojos jóvenes explosionan en una semana y pasan por tres estadios ninfales, crecen y maduran hasta convertirse en adultos en un periodo de una semana. Las formas de primer y segundo estadio no se transmiten fácilmente de un individuo a otro; la mayor parte de la propagación está relacionada con formas de tercer estadio y adultos.

Por otro lado, el piojo adulto deposita sus huevos (también llamados liendres) en el cuero cabelludo, y éstos eclosionan al cabo de unos 6-9 días.

Las liendres están firmemente adheridas al cabello humano y, por lo tanto, son difíciles de eliminar. Excepto en climas muy húmedos, los piojos depositan liendres a 1-2 mm del cuero cabelludo. Las ninfas alcanzan la edad adulta después de 9-15 días, momento en el que comienzan a depositar liendres. El ciclo vital del piojo es de 3-4 semanas y puede llegar a depositar hasta 150 liendres en este periodo. Es por eso que, para el tratamiento adecuado de la infestación, se recomienda la utilización de métodos que tengan eficacia contra las liendres además de contra los piojos.

Medidas preventivas de carácter general

Los piojos son comunes, especialmente entre los niños. Para prevenir brotes de piojos en la cabeza, las medidas preventivas de carácter general deben estar orientadas a romper la cadena de transmisión. Con la revisión periódica se controla el origen mientras que otras medidas complementarias ayudarán a poner trabas a la transmisión. Algunas de ellas son las siguientes:

  1. Dado que es inevitable que los niños, por su comportamiento, establezcan un contacto estrecho entre sus cabezas, al menos debemos educar para evitar que intercambien prendas objetos personales que se usan en la cabeza que constituyen objetos de riesgo. Se debe evitar que compartan sacos de dormir, almohadas, etc.
  2. En el ámbito familiar promover el uso de peines u otros objetos de aseo o adorno de uso individual, que no se compartan entre los miembros de la familia, especialmente entre hermanos de las edades de riesgo.
  3. Mantener una buena higiene personal del cabello, manteniéndolo limpio, peinado y desenredado, no previene, pero ayuda aumentar la mortalidad de los piojos y puede ayudar a que no proliferen en infestaciones leves al comienzo de la parasitación.
  4. Llevar el pelo recogido, aunque no impide el contagio, puede disminuir la probabilidad de los contactos con los cabellos de otros niños.
  5. Realizar campañas de educación sanitaria dirigidas a padres, tutores y educadores.

Ante esta problemática, es importante buscar un método eficaz para eliminar los piojos. Si bien es cierto que abundan los tratamientos tópicos alternativos, la mayoría no han sido evaluados científicamente y se desconoce la eficacia de los mismos. Los ungüentos grasos, la vaselina, las pomadas, los aceites, el queroseno o incluso la mayonesa se han recomendado como pediculicidas. Pero hay que tener cuidado porque algunos de estos productos pueden ser tóxicos o inflamables y pueden ser difíciles de enjuagar.

Por ello, es importante usar productos aptos para el tratamiento contra los piojos, capaces de eliminarlos y proteger el cabello. Existen en el mercado diferentes alternativas. Algunos de ellos contienen miristrato de isopropilo que disuelve la cera que protege al piojo provocando la muerte de este por deshidratación. Nuevos estudios in vitro realizados recientemente han demostrado que la combinación de miristrato de isopropilo con una dimeticona presenta una gran eficacia no sólo frente a piojos, sino también frente a sus liendres.

En caso de sospecha de infestación por piojos, podemos consultar a un profesional sanitario como el farmacéutico par que nos oriente sobre los productos más adecuados a utilizar y cómo emplearlos.

Referencias

  1. Ko, C. J.; Elston, D.M. Pediculosis. J Am Acad. Dermatol. 2004; 50(1): 1-12. [Acceso: 21 de junio de 2022]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0190962203027294
  2. Cabezón, I. La pediculosis. El farmacéutico nº 587. Abril 2020. 21-23. [Acceso: 21 de junio de 2022]. Disponible en: https://www.elfarmaceutico.es/uploads/s1/23/01/ef587-profesion-pediculosis.pdf
  3. Guía práctica para el control de piojos. 3ª ed. Sevilla: consejería de salud, 2008. [Acceso: 21 de junio de 2022]. Disponible en: http://217.12.23.249/bitstream/10668/1229/5/GuiaPracticaControlPiojos_2008.pdf
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