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05/08/2024

Efectos urticantes más comunes en verano

El verano es una temporada en la que pasamos más tiempo al aire libre, disfrutando del sol y de la naturaleza. Sin embargo, también es la época en la que aumenta la presencia de insectos, el contacto con determinados animales marinos, ciertas plantas en el campo y otros factores que nos exponen a un mayor riesgo de picaduras, con capacidad urticante.

Dada, por tanto, la época en la que estamos y que la probabilidad de contacto con todos estos agentes favorece la aparición de urticaria, resulta interesante conocer qué es, cuáles son los efectos que causan habitualmente urticaria en verano, algunos consejos para prevenirla, así como los recursos útiles que podemos utilizar para combatirla.

¿Qué es la urticaria?

La urticaria es una enfermedad caracterizada por la aparición súbita de habones o ronchas. Los habones son evanescentes, con una duración menor de 24-36 horas, casi siempre pruriginosos y que suelen afectar a las capas superficiales de la dermis. Los signos visibles de la urticaria se deben a una vasodilatación local, a un aumento del flujo sanguíneo y al incremento de la permeabilidad vascular.

Tanto la urticaria como el angioedema son reacciones vasculares de la piel caracterizadas por ronchas de variado tamaño y de vida corta, eritematosas, pruriginosas y, generalmente, sin manifestaciones sistémicas, salvo ocasionalmente, que pueden progresar a anafilaxis, aunque a su vez la urticaria a menudo es un rasgo en las reacciones anafilácticas y anafilactoides. Es necesario enfatizar que en la actualidad se considera a la urticaria como un daño independiente del angioedema, a pesar de que el proceso que genera ambos es el mismo.

¿Qué efectos causan habitualmente urticaria en verano?

Los hábitos propios de los meses estivales convierten a los humanos en un blanco perfecto para todo tipo de agentes urticantes. A continuación, se destacan algunos de los efectos que de manera habitual pueden causar urticaria en diferentes ámbitos que suelen ser más frecuentados en dicha época.

En la naturaleza aumenta el número de insectos, destacando la presencia de mosquitos, avispas y abejas, garrapatas, chinches y pulgas, entre otros.

  • Los mosquitos son una de las plagas más comunes durante el verano. Sus picaduras suelen causar una pequeña protuberancia roja en la piel, acompañada de picazón y posiblemente inflamación. En algunos casos, las picaduras de mosquitos pueden desencadenar reacciones alérgicas leves, que se manifiestan en forma de un enrojecimiento excesivo, hinchazón y una picazón intensa, como urticaria.
  • Por otro lado, las picaduras de avispas y abejas suelen ser más dolorosas que las de mosquitos. Las avispas comúnmente dejan una marca roja y un edema localizado, mientras que las abejas producen una marca similar, pero con una apariencia más circular.
  • Las garrapatas también son más frecuentes durante el verano, especialmente en áreas boscosas, cubiertas de césped o con mucha vegetación. Estos parásitos se adhieren a la piel y pueden transmitir enfermedades. En caso de encontrar una garrapata sobre la piel, es importante retirarla correctamente utilizando pinzas de punta fina y tirando con suavidad hacia arriba. Es importante mantenerse alerta a cualquier síntoma de enfermedad transmitida por garrapatas, como puede ser una erupción cutánea, urticaria, fiebre o fatiga.
  • Las chinches son pequeños insectos planos que se alimentan de sangre humana y animal. Suelen infestar camas, sofás y otras áreas, donde las personas descansan o duermen. Sus picaduras causan enrojecimiento, inflamación y una picazón intensa en la piel en forma de urticaria. Quizás, uno de los aspectos más peligrosos de estos insectos es que son capaces de reproducirse rápidamente, generando grandes plagas en poco tiempo si no se toman medidas para controlar su proliferación.
  • Las pulgas son pequeños insectos saltadores que se alimentan de sangre de mamíferos y aves. Pueden infectar mascotas y hogares, causando picaduras en humanos y generando un gran malestar. Las pulgas pueden vivir hasta un año sin alimentarse, lo que las convierte en insectos muy resistentes y difíciles de exterminar. Pueden causar urticaria, dermatitis y alergias en personas y animales infectados.
  • Respecto al mar, las medusas son agentes que frecuentemente causan irritación, ya que tienen células urticantes especializadas llamadas cnidocitos. Las medusas utilizan estas células principalmente para alimentarse y defenderse. Están distribuidas por todo el cuerpo del animal, pero más concentradas a lo largo de los tentáculos. La capacidad tóxica de una medusa persiste después de su muerte durante bastante tiempo y el grado de toxicidad del veneno varía dependiendo de la especie. Asimismo, la capacidad urticante de las diferentes especies de medusas se clasifica en 4 categorías, desde no urticante a muy urticante.
  • En el campo, una de las plantas más conocidas por la urticaria que provoca es la ortiga, conocida como ortiga mayor, cuya principal característica es la presencia de pelos urticantes que producen una intensa irritación en la piel con el mínimo roce. Así, el más leve contacto de la piel con las hojas o tallos provoca la aparición de ronchas o habones, acompañados de una intensa quemazón y prurito en la zona de contacto debido a dichos pelillos urticantes.
  • También puede aparecer urticaria provocada por el sol. Las lesiones ocurren minutos después de la exposición al sol, a la luz visible o a la radiación ultravioleta. Las ronchas desaparecen antes de una hora, y si la reacción es intensa, pueden acompañarse de cefalea y síncope.

Consejos para prevenir la urticaria

La mejor estrategia para evitar la urticaria es la prevención. Seguir unas sencillas medidas preventivas resulta muy eficaz para evitar la exposición a los diferentes insectos, animales o agentes capaces de producir urticaria:

  • Utilizar un repelente de insectos en caso de ir al campo o estar en contacto con la naturaleza.
  • Extremar la higiene, prohibiendo a los niños jugar en zonas ruinosas o con basuras.
  • Evitar andar descalzo tanto en las zonas rocosas próximas a las playas, como por el campo.
  • Utilizar prendas de vestir de colores claros. Evitar las ropas oscuras y de colores brillantes. Tampoco se recomiendan los estampados con flores y dibujos vistosos, ni las prendas amplias.
  • Evitar perfumes de olores fuertes y penetrantes (tampoco se aconseja la utilización de lociones para después del afeitado).
  • No hacer movimientos bruscos en presencia de abejas o avispas.
  • Evitar comer la fruta que cae de los árboles sin previo examen de la pieza.
  • Cuando se vaya a realizar un viaje, se debe comprobar que no hay insectos dentro del automóvil.
  • Cuando se aloje fuera de casa, en apartamentos u hoteles, conviene revisar las camas y textiles por la posible presencia de chinches.
  • En países tropicales, o en lugares donde la población de mosquitos sea particularmente densa, utilizar ropa de manga larga y pantalones que cubran hasta los tobillos, especialmente al anochecer. Antes de acostarse, conviene también sacudir la ropa de cama, pues los insectos suelen ocultarse en ella. Asimismo, se aconseja la presencia de mallas antimosquitos en puertas y ventanas, así como la utilización de mosquiteras en las camas.
  • En el mar, conviene estar atento ante la posible presencia de animales marinos urticantes como las medusas.
  • En el campo, es importante reconocer aquellas especies vegetales más urticantes como la ortiga, para evitar tener un contacto próximo con ellas.

El abordaje preventivo de la urticaria se basa en la eliminación o la evitación de los estímulos desencadenantes o agravantes. En caso de que haya contacto con los agentes urticantes, es necesario hacer frente a la sintomatología con el tratamiento adecuado en cada caso.

Recursos útiles frente a la urticaria

En caso de que los agentes que habitualmente causan urticaria en verano no puedan ser prevenidos o evitados, resulta interesante conocer algún recurso que se pueda utilizar para hacer frente a la sintomatología de la urticaria.

Así, existen en el mercado actual productos que se aplican directamente sobre la piel para reducir la picazón y la inflamación causadas por picaduras de insectos, de medusas, de plantas como la ortiga e incluso por los efectos derivados de la exposición solar. Este tipo de productos tópicos son medicamentos que no precisan receta médica y que contienen principios activos, como por ejemplo maleato de dimetindeno, que pertenece al grupo de medicamentos llamados antihistamínicos. Suelen utilizarse para el alivio del picor de la piel asociado a reacciones cutáneas como pequeñas erupciones, urticaria, picaduras de insectos y animales marinos, pequeñas quemaduras, solares y pequeñas quemaduras superficiales, en adultos y en niños a partir de un mes. Es conveniente consultar con un profesional sanitario que puede indicarnos el correcto proceso de uso de este tipo de medicamentos, ya que, si no mejora después de siete días de tratamiento, se debe consultar al médico. Ese tipo de medicamentos de uso cutáneo están indicados para usar en piel intacta, sin heridas. Tras aplicar una pequeña cantidad del medicamento sobre la zona a tratar, debe darse un suave masaje con la mano para facilitar la penetración del medicamento en la piel. Se debe aplicar una pequeña cantidad de medicamento sobre la zona afectada. La operación se puede repetir de 2 a 4 veces al día, si fuera necesario, evitando su uso en zonas extensas de la piel.

Asimismo, cuando la urticaria o reacción cutánea perdura o se complica (en casos de infecciones o reacciones alérgicas graves), el paciente debe consultar al médico, garantizando así una atención adecuada y una solución efectiva a largo plazo.

REFERENCIAS

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