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21/11/2024

Disfunción eréctil, afecciones neuronales y repercusiones psicológicas

La erección es una función de gran complejidad debido a los muchos factores que, a diferentes niveles, intervienen en la misma, siendo algunos de ellos todavía desconocidos en la actualidad.

La función eréctil puede verse alterada por patologías que interfieren en el control cerebral de la erección, la transmisión de “órdenes neurológicas” a través de la médula espinal, o los mecanismos neurovasculares y estructurales peneanos. Una o varias de estas patologías pueden afectar a uno o más niveles del mecanismo eréctil y, a su vez, condicionar el desarrollo de otras que contribuirán, en diferentes grados, a la disfunción eréctil.

En la actualidad se admite que la disfunción eréctil presenta una etiología multifactorial y por lo general, de origen orgánico. En algunos casos es síntoma centinela de alteraciones cardiovasculares, enfermedades neurológicas o de otros tipos de patologías.

Por todo ello, es interesante conocer, entre otras, qué afecciones neurológicas pueden influir en la disfunción eréctil, las repercusiones psicológicas que pueden derivar de ella, así como si existen soluciones útiles para su tratamiento.

Afecciones neurológicas que pueden influir en la disfunción eréctil

Desde el punto de vista neurológico, cualquier alteración de las vías o centros nerviosos implicados en la erección puede dar origen a disfunción eréctil. A nivel central, pueden incidir patologías como las que se mencionan a continuación:

  • Esclerosis múltiple: la relación entre esclerosis múltiple y la disfunción sexual es un problema de salud que repercute negativamente sobre la calidad de vida, y se presenta incluso en pacientes sin discapacidad severa. La disfunción sexual afecta al 91% de los hombres que presentan la enfermedad, y el síntoma más frecuente es la disfunción eréctil (63,2%) seguida de las alteraciones de la eyaculación o el orgasmo (50%) y la disminución de la libido (39,5%). Al principio el déficit es parcial, preservándose las erecciones nocturnas y matutinas, pero al avanzar el déficit neurológico, puede haber un fallo total de la erección.
  • Enfermedad de Parkinson: el Parkinson es un trastorno neurodegenerativo cuyos principales síntomas (temblor, rigidez y bradicinesia) se manifiestan cuando se ha perdido sobre el 70% de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra. Su progresión se extiende hasta afectar a las regiones mesolímbica y mesocortical y las áreas autonómicas del Sistema Nervioso Central. Es entonces cuando los pacientes desarrollan síntomas no motores incluyendo la disfunción eréctil. Su frecuente asociación se debe a la importancia de las vías dopaminérgicas en la libido y en la erección.
  • Epilepsia: pacientes epilépticos tienen un riesgo de desarrollar disfunción eréctil del 57%, una cifra sensiblemente mayor a la detectada en la población general. La prevalencia varía con la gravedad de la enfermedad, y factores como el estrés o mayor número de crisis favorece el desarrollo de dicha disfunción. Desde el punto de vista fisiopatológico, la disfunción sexual en los pacientes epilépticos parece ser multifactorial.
  • Accidentes cerebrovasculares (ACV): la edad, el sexo, la localización del ACV, la extensión de las lesiones y la asociación con hipertensión arterial y/o diabetes, se relacionan con la disminución a medio y largo plazo de la actividad sexual. Muchos de los agentes antihipertensivos, con los que a menudo se trata a los pacientes con ACV, inhiben o dificultan la erección al disminuir la presión de las arterias cavernosas, y algunos, como los                            β- bloqueantes, disminuyen la libido.
  • Polineuropatía diabética: se estima una incidencia de disfunción eréctil en varones diabéticos del 35 al 75%. Se considera marcador de desarrollo de enfermedad vascular generalizada, y presagio de un posible fallo cardiovascular. Se acepta que la disfunción eréctil en Diabetes Mellitus resulta de una combinación de alteraciones que afecta a casi cada una de las etapas de la erección del pene. Esto incluye fallos en la transmisión de señales nerviosas, alteración de células endoteliales con disfunción en la liberación de óxido nítrico por las mismas, disminución del flujo aferente arterial debido a enfermedad vascular periférica, y defecto en la relajación del músculo liso cavernoso por glicosilación de fibras elásticas.

Repercusiones psicológicas de la disfunción eréctil

La disfunción eréctil está causada por una amplia gama de factores orgánicos, psicológicos, psiquiátricos, interpersonales y farmacológicos. Los factores psicológicos pueden dar lugar a pérdida de autoestima y aumento de la ansiedad en relación con el acto sexual, que a su vez empeora la depresión y/o el estrés, estableciendo así un círculo vicioso.

Diversos estudios han mostrado que repercute de forma importante en la disminución de la calidad de vida del varón afectado y su pareja en áreas como la estabilidad emocional, la felicidad y las relaciones sociales. La experiencia aportada por los pacientes, según estos estudios, indica también que la disfunción eréctil es un problema de salud que provoca un gran impacto emocional, que afecta a la vivencia de la masculinidad.

embargo, Se realizó un estudio comparativo de sujetos con disfunción eréctil y sujetos sin ella, cuyo principal objetivo fue describir y analizar la repercusión de este problema de salud sobre la autoestima y la autoconfianza de los pacientes afectados respecto a los que no. Así, en concordancia con otros estudios, se confirmó que la disfunción eréctil se asocia también a unos niveles de autoconfianza disminuidos, a diferencia de aquellos pacientes de similares características que no padecen esta condición.

¿Existen soluciones útiles para el tratamiento de la disfunción eréctil?

El objetivo principal en la estrategia de tratamiento de los pacientes con disfunción eréctil consiste determinar la etiología de la enfermedad y tratarla siempre que sea posible. Esta puede asociarse a factores modificables o reversibles, entre ellos, factores relacionados con los hábitos de vida o con los medicamentos. Dichos factores pueden modificarse antes de emplear tratamientos concretos, o al mismo tiempo que se utilizan.

De manera general, la disfunción eréctil puede tratarse con éxito con las opciones terapéuticas actuales, pero no tiene curación. Las únicas excepciones son la disfunción eréctil psicógena, y arteriogénica postraumática en pacientes jóvenes, y las causas hormonales, que pueden curarse potencialmente con un tratamiento específico.

Así, la mayoría de los varones pueden tener tratamientos que pueden resolver la disfunción, lo que da lugar a una estrategia terapéutica estructurada que depende de la eficacia, seguridad, forma farmacéutica o vía de administración invasividad y coste, así como las preferencias del paciente. Asimismo, la evaluación de las opciones terapéuticas debe tener en cuenta los efectos sobre la satisfacción del paciente y su pareja, y otros factores relacionados.

Aunque es fundamental acudir siempre a un profesional sanitario para una correcta evaluación, existe un cuestionario específico que nos puede ayudar a saber si padecemos disfunción eréctil. Se trata del IIEF (Índice Internacional de la Función eréctil). Consta de 15 preguntas, aunque existe una versión corta con 5 (IIEF-5) que puede consultarse aquí: https://www.deloquenohablanloshombres.es/test-autodiagnostico

Asimismo, en caso de tener dudas sobre disfunción eréctil, aunque es una patología en la que es fundamental consultar con su médico ya que requiere un diagnóstico correcto para establecer sus causas y recibir un tratamiento adecuado, existe la posibilidad de hacer llegar consultas a sobre el tema a un experto para responder a todas las dudas que surjan a través del siguiente formulario:  https://www.deloquenohablanloshombres.es/pregunta-experto

No te quedes con dudas, consulta para poder clarificar cualquier cuestión en torno a este tema.

REFERENCIAS 

  1. Pomerol Monsey, J.M. Disfunción eréctil de origen psicógeno. Arch. Esp. Urol. 2010. 63 (8): 599-602. [Acceso: 17 de octubre de 2024]. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0004-06142010000800005&script=sci_arttext&tlng=en
  2. Valles Antuña, C.; Fernández Gómez, J.M.; Escaf, S.; Fernández González, F. Etiología neurógena en pacientes con disfunción eréctil. Arch. Esp. Urol. 2008; 61(3): 403-411. [Acceso: 17 de octubre de 2024]. Disponible en: https://scielo.isciii.es/pdf/urol/v61n3/original6.pdf
  3. Martín-Morales, A.; Meijide Rico, F.; García González, J.I.; Regadera Anechina, L.; Manero Font, M. Repercusiones psicológicas de la disfunción eréctil sobre la autoestima y autoconfianza. Actas Urol. Esp. 2005, 29 (5): 493-498. [Acceso: 15 de octubre de 2024]. Disponible en:https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=s0210-48062005000500009&script=sci_arttext
  4. Wespes, E.; Amar, E.; Eardley, I.; Giuliano, F.; Hatzichristou, D.; Hatzimouratidis, K.; Montorsi, F.; Vardi, Y. Guía clínica sobre la disfunción sexual masculina: disfunción eréctil y eyaculación precoz. European Association of Urology. 2010. [Acceso: 17 de octubre de 2024]. Disponible en: https://aeu.es/UserFiles/DisfuncionSexualMasculinaDisfuncionErectilYEyaculacionPrecoz.pdf
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