NORMON > BLOG > Equilibrio emocional: ¿cómo conseguirlo?

< VOLVER

27-10-2023

Equilibrio emocional: ¿cómo conseguirlo?

Conseguir y mantener un correcto equilibro emocional es uno de los aspectos fundamentales que influye directamente en nuestra calidad de vida. Para ello, es positivo adoptar una serie de hábitos que ayudan a estar en armonía tanto con uno mismo como con el entorno.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar emocional es un estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias actitudes, es capaz de afrontar las presiones normales de la vida, trabajar productivamente y contribuir a la comunidad.

Tanto el bienestar mental como el emocional son esenciales para tener una salud integral; por ello, podemos decir que la salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales, incluye también el bienestar emocional, que consiste en la capacidad de manejar las emociones.

 

En la actualidad, con el ritmo de vida que llevamos, no resulta sencillo mantener el equilibrio emocional, que es un estado de bienestar y balance vinculado a las emociones y al ánimo de las personas. Así, resulta de interés conocer más profundamente qué son las emociones y algunos conceptos relacionados, su implicación en la salud, algunas actitudes que se pueden adoptar y recursos naturales que podemos utilizar en forma de complementos alimenticios, para conseguir un adecuado equilibrio emocional.

Emociones y conceptos relacionados

La emoción es un sentimiento afectivo, originado normalmente por una situación, un pensamiento o una imagen, que transforma de un modo momentáneo, pero brusco el estado psicofísico del individuo.

Se experimenta subjetivamente con una determinada sensación y valencia afectiva (de agrado o desagrado) y se manifiesta por conductas observables (huida, aproximación, etc.) y cambios fisiológicos en la actividad del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático). 

Relacionado con ello, la educación emocional debe ser entendida como un “proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como elemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la persona integral”. Asimismo, la inteligencia emocional se ha concebido como una “habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás promoviendo un crecimiento emocional e intelectual”.

De manera que, una óptima gestión de las emociones equivale a tomar mejores decisiones, ser más flexibles cognitivamente y controlar mejor todo lo que ocurre en nuestra vida, lo que en definitiva nos ayuda a encontrar un equilibrio emocional.

Emociones y salud

Las emociones son una parte innegable e integral de nuestro ser que condicionan nuestra salud y desempeñan un papel esencial en nuestro comportamiento, aprendizaje, creatividad e interacción social, etc.

Así, la investigación sobre la relación entre las emociones y la salud ha ido en aumento. Cada día, los estudios apoyan con más fuerza la afirmación que sostiene que las emociones y nuestro organismo se relacionan e interactúan entre sí desencadenando reacciones químicas, que pueden alterar la respuesta inmunitaria y el funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas de nuestro cuerpo a nivel físico y mental.


 

Las emociones positivas y negativas, incluso el estrés influye en nuestra salud, pudiendo también protegernos de las enfermedades en el caso de las emociones positivas, como la alegría, el optimismo, la felicidad y el amor. Éstas son un beneficio para nuestra salud, nos ayudan a soportar las dificultades en la enfermedad y facilitar su recuperación. Por otra parte, las emociones negativas, como el odio, el miedo, la depresión, la ira, la rabia y el estrés, entre otras, bloquean nuestras defensas naturales y pueden hacernos más vulnerables a padecer enfermedades como, por ejemplo, enfermedades degenerativas cerebrales.

Actitudes que contribuyen a conseguir el equilibrio emocional

Algunas recomendaciones para intentar conseguir un equilibrio emocional son:

  • No juzgar: esta cualidad implica cultivar la observación imparcial de cualquier experiencia: no etiquetar pensamientos, sentimientos ni sensaciones, como buenos o malos, correctos o incorrectos, justos o injustos, sino simplemente tomar nota de ellos en cada momento.
  • Paciencia: esta actitud es una expresión de sabiduría y madurez. La paciencia reconoce que las cosas deben evolucionar a su propio ritmo, y es un magnífico antídoto contra la agitación que puede surgir bloqueando la verdad del momento presente.
  • Mente de principiante: esta cualidad ve las cosas como nuevas y frescas, como si fuera por primera vez, con un sentimiento de curiosidad.
  • Confianza: se trata de honrar tu propia experiencia y aprender a escuchar atentamente, tu corazón, tu mente y tu cuerpo. Aprender a confiar en uno mismo es esencial para cultivar el equilibrio emocional.
  • No esfuerzo: con esta cualidad disminuimos el aferramiento, la aversión al cambio y cualquier movimiento para alejarse de lo que surge en el momento; en otras palabras, no esforzarse significa, no intentar ir a ninguna parte que no sea donde te encuentras.
  • Aceptación: esta cualidad valora y reconoce las cosas tal como son. Aceptar la verdad no significa necesariamente que te guste. Se trata de conectar con lo que es verdad en cada momento y soltar la tendencia a negar, rechazar o evitar.
  • Dejar ser: con esa cualidad, simplemente puedes permitir que las cosas se queden como están, sin necesidad de “intentar dejar ir” lo que está presente.
  • Humor: no se puede forzar el humor, pero sí se puede acoger y fomentar. Es un magnífico aliado cuando se trata de observar las maquinaciones de nuestra propia mente. El humor crea espacio en la mente para contrarrestar la tendencia a la tensión y la contracción ante cualquier experiencia desagradable.
  • Curiosidad: muchas de las ideas que conducen al equilibrio emocional implican ver las cosas tal como son y, al mismo tiempo, indagar en su causa y sus consecuencias.
  • Cariño: cuando la conciencia posee cualidades de cariño y ternura, es mucho más fácil acercarse a la experiencia para conocerla plenamente, en especial, cuando es dolorosa o provoca sentimientos de vulnerabilidad.

 

Azafrán como coadyuvante natural para el equilibrio emocional

Entre los recursos que podemos encontrar en la naturaleza, el azafrán puede contribuir al equilibrio emocional.

El azafrán es un producto agrícola, muy valorado que suele utilizarse con fines culinarios, para dar sabor, color y aroma a los alimentos. Además de otras propiedades, el azafrán y sus componentes han sido ampliamente investigados por sus efectos antidepresivos y se ha sugerido como tratamiento, potencial, eficaz y tolerable para la depresión y la ansiedad.

El azafrán puede ejercer efectos antidepresivos comparables a los de los fármacos antidepresivos, posiblemente con menos efectos secundarios, aunque se necesitan más estudios para aclarar los mecanismos exactos responsables de estos efectos. Asimismo, parece tener un impacto significativo en el tratamiento del trastorno de ansiedad. Los resultados de varios de estos estudios preclínicos y clínicos sugieren un efecto prometedor del azafrán y sus componentes bioactivos en diferentes patologías del sistema nervioso central, incluidas la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y los trastornos de la memoria. 

En el mercado actual existen complementos alimenticios que contribuyen al equilibrio emocional y ayudan a mantener un estado de ánimo positivo. Este tipo de complementos incluyen en su composición extractos de azafrán, junto con otros productos como triptófano (aminoácido esencial que participa en la formación de serotonina, conocida comúnmente como “la hormona de la felicidad”), magnesio y vitaminas del grupo B (que contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso y a la función psicológica normal, disminuyendo el cansancio y la fatiga, además de contribuir a un correcto rendimiento intelectual).

Siempre que queramos conseguir un buen estado emocional, podemos consultar con un profesional sanitario como el médico o el farmacéutico, quien podrá asesorarnos aportándonos información adecuada y consejos sobre pautas a seguir. Asimismo, puede indicarnos, bajo su criterio profesional, el uso de algún complemento alimenticio como los mencionados, que nos ayude a conseguir y mantener el equilibrio emocional.

 

REFERENCIAS

Ver todos los artículos