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27-09-2023

Complementos alimenticios para la memoria

De manera progresiva se ha producido un incremento en el envejecimiento de nuestra sociedad, el cual se debe fundamentalmente a los avances científicos y médicos y a las mejoras en la calidad de vida.

Por este motivo, cada vez más nos encontramos con un interés mayor por comprender los efectos de la edad en el funcionamiento cognitivo.

El envejecimiento es un proceso natural que puede ser modulado por distintas variables como las experiencias personales, los conocimientos alcanzados, las enfermedades padecidas, etc. Debido a esto, el proceso de envejecimiento resulta distinto en cada persona.

El concepto de funciones cognitivas hace referencia a las funciones intelectivas o funciones mentales superiores propias de la especie humana, entre las que se encuentra la memoria. En este sentido, cada vez son más los estudios que identifican la dieta como uno de los factores modificables más importantes del estilo de vida que podría desempeñar un papel en la prevención o retraso del deterioro cognitivo.

Por todo ello, a continuación, veremos qué es la memoria, cuáles son algunas medidas para disminuir algunos olvidos cotidianos, cómo puede influir la alimentación en nuestra memoria y qué papel juegan los complementos alimenticios en todo ello.

¿Qué es la memoria?
 

La memoria es una función cerebral que nos permite codificar, almacenar y recuperar la información a través de los procesos neuronales. Gracias a la memoria podemos aprender, ya que nos permite recordar lo aprendido anteriormente.
La disminución de la memoria en la vejez es un hecho conocido desde la antigüedad. Se sabe que la pérdida de memoria sigue la conocida como “ley de Ribot”, según la cual la persona mayor pierde antes las experiencias más recientes, tendiendo a conservar las más antiguas. Hoy en día sabemos que esto no es, necesariamente, el resultado del envejecimiento físico, y que los factores emocionales juegan un papel importante. 
A grandes rasgos, podemos decir que, en el proceso de memorización, existe una fase de percepción y atención inmediata (como citar nombres que acaban de serle comunicados a uno) y, a continuación, sigue el almacenaje de esta huella para su posible uso posterior (recordar nombres que le fueron comunicados o que leyó hace algún tiempo). La primera ha sido denominada “memoria primaria” y la segunda “memoria secundaria”. Se ha comprobado que la memoria primaria no se ve afectada por el proceso de envejecimiento y, en cambio, sí la secundaria, que presenta un declive evidente con los años. Existe además una gran variabilidad individual, dependiendo de factores como: la propia salud, el ejercicio físico, el interés y la motivación por recordar, entre otros, que pueden contribuir mucho a la buena conservación de la memoria en edad avanzada.

Medidas para disminuir algunos olvidos cotidianos
 

En nuestra vida diaria, de manera habitual, debemos realizar múltiples actividades que requieren el uso de la memoria para desenvolvernos. Estas actividades y quehaceres son tantas y tan variadas que a menudo no las realizamos con atención y conciencia, razón por la cual ocurren ciertos olvidos. Para efectuar este tipo de tareas usamos la llamada “memoria cotidiana”. Este tipo de memoria nos permite desarrollar actividades a partir de información que se usó en el pasado, que se usará en el futuro o que es usada en el presente.

Estas son algunas medidas para disminuir los olvidos cotidianos:
•    Atender: prestar real atención a lo que se realiza, observando lo que se hace y la situación en la que ocurre.
•    Asociar: especialmente, al aprender nombres o para recordar recados. Cuando se asocia, es más fácil poder recordar una información, porque está siendo almacenada de manera ordenada.
•    Visualizar: observarse, realizando la acción y retenerla, “viéndola mentalmente”.
•    Verbalizar: decir, en voz alta o mentalmente, una información favorece su memorización, el recuerdo posterior.
•    Usar ayudas externas, especialmente para información relevante: recordar recados, compromisos y medicamentos en uso. Es importante no recurrir siempre a la memoria para recordar cosas o quehaceres, pues su capacidad es limitada. Para ello podemos hacer uso, por ejemplo, de notas escritas o recordatorios en el móvil.
•    Orden: tener lugares específicos para dejar/ guardar los objetos importantes.
•    Textos: al leer una información que queramos aprender, “hacer preguntas al texto”.


 

¿Influye la alimentación en nuestra memoria?

Una alimentación saludable junto con la realización de ejercicio físico es fundamental. Los nutrientes presentes en los alimentos son necesarios para un buen funcionamiento de las actividades cerebrales. Así, para contribuir a su buen funcionamiento y el mantenimiento de una buena memoria, deben ser incluidos en nuestra dieta el pescado (sobre todo el azul, rico en ácidos grasos omega 3), aceite de oliva, frutas y verduras ricas en vitaminas. Otros alimentos menos consumidos en nuestra cultura como el curry o el té verde aportan también grandes beneficios.
Los alimentos no tan recomendables son los ricos en azúcares sencillos, aditivos y colorantes para hacer atractivo su sabor y color; de igual modo, los ricos en grasas saturadas, siendo los más perjudiciales las grasas hidrogenadas presentes en productos manufacturados por la industria alimentaria. Todos ellos se deben consumir en cantidades mínimas en ocasiones puntuales.

Complementos alimenticios y memoria
 

La principal fuente de energía para el cerebro es la glucosa que se obtiene mediante los hidratos de carbono que aporta la dieta. Sin embargo, existen otros nutrientes esenciales necesarios para un buen desarrollo de la función cerebral que son muy importantes. Varias vitaminas y minerales, los ácidos grasos esenciales y algunos extractos de plantas han demostrado favorecer las funciones cerebrales y mejorar la concentración y la memoria.

En este sentido, existen en el mercado actual complementos alimenticios que cuentan en su composición con Ginkgo Biloba y vitaminas del grupo B, así como Glutamina, Fosfatidilserina, utilizados tradicionalmente por sus beneficios en la memoria y para mejorar la concentración.

En concreto, el extracto de hojas de Ginkgo Biloba contiene principios activos de acción antioxidante, del grupo de flavonoides y de tipo terpénico. La Glutamina es uno de los aminoácidos más abundantes de nuestro organismo; tiene un importante papel en el sistema nervioso. La Fosfatidilserina se encuentra en las membranas de todas las células del organismo, pero principalmente en la membrana de las células cerebrales. Asimismo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria relaciona el consumo de la vitamina B1 con un funcionamiento normal del sistema nervioso y asegura que el consumo de vitamina B9 y B12 contribuye al mantenimiento de unas funciones psicológicas normales.

Este tipo de complementos alimenticios suelen emplearse tomando un comprimido en el desayuno, sin ser sustitutivos de una dieta variada y equilibrada y un modo de vida sano. En caso de identificar cierto inicio de problemas de memoria, el médico o el farmacéutico pueden aconsejarnos cuándo es conveniente utilizar un complemento de este tipo, así como indicarnos la forma de utilizarlo y los consejos apropiados relacionados con el estilo de vida a seguir.

Referencias

  1. Clemente, Y.; García-Sevilla, J.; Méndez. I. Memoria, funciones ejecutivas y deterioro cognitivo en población anciana. Eur. J. Investigation in Health, Psychology and Education, 2015; 5(2): 153-163. [Acceso: 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5388776 
  2. Suárez Rodríguez, P. La alimentación de nuestra memoria: poniendo frenos al deterioro cognitivo. Trabajo de Fin de Grado en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de las Palmas de Gran Canaria. 2017. [Acceso: 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/22208/4/45345733_201617.pdf 
  3. Gázquez Linares, J.J.; Pérez-Fuentes, M.C.; Molero Jurado, M.M.; Barragán Martín, A.B.; Cardila Fernández, F.; Martos Martínez, A. Salud, alimentación y sexualidad en el envejecimiento. Volumen I. 2015. [Acceso: 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://www.formacionasunivep.com/files/publicaciones/sexualidad-envejecimiento.pdf 
  4. International Journal of developmental and Educational Psychology. INFAD. Revista de Psicología, 2013; 1(2): 317-326. [Acceso: 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://dehesa.unex.es/flexpaper/template.html?path=https://dehesa.unex.es/bitstream/10662/5606/1/0214-9877_2013_1_2_317.pdf#page=5 
  5. Alonso Osorio, M.J. Complementos para mejorar la memoria y la concentración. Mi herbolario nº124. Octubre 2012. [Acceso: 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://miherbolario.com//uploads/files/articulos/memoria%20Páginas%20desdeMH%20N124_EMAIL_2-2.pdf 
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